Totalmente de acuerdo

¿Alguien me puede responder cual es el problema de las seudomanifestaciones de estos días? ¿Son pijos? ¿Van con la bandera de España? ¿Se quejan del gobierno? ¿No cumplen la distancia de seguridad entre ellos? Si alguien lo tiene claro, que lo razone.

Estamos en una situación de gran volatilidad en todo el país, pero no dentro de los bloques ideológicos (derecha/izquierda). Y esto se ve reflejado, sobre todo, en los resultados electorales de las elecciones generales, pero no tanto en las autonómicas. Por ejemplo, el caso de Asturias, que mantiene los mismos resultados entre las elecciones generales de 2004 y noviembre de 2019. O en la Región de Murcia, entre 2008 y 2019. En esta última, la derecha ya ha llegado a su tope electoral (sobre el 62 %) y sin prácticamente margen de subida, ya que el cambio se empezó a realizar a principios de los noventa
El caso de Andalucía es distinto, sobre todo porque la izquierda obtenía unos resultados espléndidos en la década de los ´80 (2/3 de los votos), menguó hasta el 60 % en 2004 y ahora ronda el 48 % (noviembre de 2019). Y ese cambio empezó antes en las capitales andaluzas y ahora se ha ralentizado (han pasado desde la primera victoria de Zapatero en las generales del 53 % hasta el 46 % actual), mientras que se está acelerando en el resto de la comunidad (del 62 % al 50¨5 % entre ambas fechas).
El caso murciano es especial porque es la región que más se ha escoró a la derecha desde 1982 hasta 2008 (18 puntos de crecimiento), pero hay que tener en cuenta que Andalucía ha tenido el mismo incremento de los partidos a la derecha del PSOE aunque en un período mayor (37 años).

Me parece irrelevante que el tema estrella sea el chalet.
Si los miembros de Podemos quieren mantener o no a su líder, teniendo en cuenta su trabajo diario a la cabeza del partido, me parece estupendo. Eso si es democracia, y creo que lo he dejado claro en mis opiniones anteriores.

Simplemente indico que se ha hecho en muchas ocasiones y las personas de cada partido votan con el corazón más que con la cabeza. De ahí que, y esa es mi opinión, lo irrelevante es llamar a votar a las masas de tu círculo político y, por eso, defiendo que lo transcendental es informarse sobre la verdad, si ha habido trato de favor o no.
El votar es básico en el régimen democrático (y ya lo hacían los griegos 500 A.C., y en ese momento solo ejercían el voto los hombres que eran ciudadanos y mayores de edad; por tanto, algo hemos cambiado) y nos permite decidir como queremos que sea nuestro Estado. Por tanto, es una pieza transcendental en nuestro día a día, pero preguntarle la compra de un chalet a las bases es no coger el toro por los cuernos, es pasarle la patata caliente de una decisión personal a unas personas que, en la mayoría de los casos, te conocen por la televisión o la prensa. Debemos darle importancia a lo que realmente lo sea.

Pienso que el preguntar a las bases sobre este tema no es relevante ya que, lo hemos visto en muchas ocasiones, cuando un político tiene un problema (y esto no es realmente un auténtico problema) llama a los acólitos para que le apoyen, como pueden un baño de multitudes o, en este caso, que voten los inscritos en el partido.
Lo relevante es si esta pareja de políticos ha obtenido la hipoteca en las condiciones "normales" que cualquier otro la hubiera recibido. Por ejemplo el máximo que te da una entidad bancaria teniendo en cuenta el valor de la vivienda (según los datos que se han indicado, y espero no equivocarme, el chalet cuesta 660.000 euros y la hipoteca pedida es de 570.000, lo que equivale al 86 % del valor de la casa, muy por encima de lo que da Caja de Ingenieros, que el del 80 %; el euríbor concedido es del 0´50 %, cuando la página web de la caja indica que lo normal es 1´25 %; y si el préstamo fuera del 80 % en condiciones normales, 528.000 euros, las cuotas en el primer período sería superior a 1.800 euros y el resto de años superaría los 1.700).
Y pienso que cualquiera, si puede, que compre la vivienda u otro bien, siempre y cuando lo pague (y para eso están los préstamos bancarios).

Si consideramos a los antiguos huertanos de Murcia, su voto era bastante tradicional. Pero eso pasó a la historia con el desarrollismo de los sesenta, creándose una provincia con un fuerte peso industrial en algunos lugares (Cartagena, Vega Media del Segura, Yecla).

Cuando llegan las primeras elecciones generales (1977) la región murciana se divide en núcleos escorados a la derecha (zonas rurales, como el Valle de Ricote; Caravaca y Cehegín en la comarca del Noroeste; zonas costeras, como los municipios al norte del Campo de Cartagena; algunas zonas de huerta, como la Vega Baja murciana; y, también, los municipios de Valle del Guadalentín) y otras zonas de izquierda (municipio de Cartagena, menos el centro ciudad y algunas diputaciones o pedanías rurales; zonas mineras, como La Unión; municipios de la Vega Media; la mayoría del municipio de Murcia, menos Murcia ciudad y algunas pedanías al sur de la misma; y municipios del Noroesta, como Moratalla, Calasparra y Bullas, del Altiplano y Águilas).

La Región se volcó con el Partido Popular a partir de las generales de 1993 (aunque ya había ganado en el municipio de Murcia en 1991, pero en el Ayuntamiento había mayoría de izquierdas y en 1987 el centro y la derecha tenían más concejales que la izquierda). El culpable de este cambio fue el PSOE y sus propios errores (corrupción en el propio gobierno regional y la mala política industrial e hidráulica que llevaron a cabo en la región, como fue la fortísima crisis industrial que se manifestó en Cartagena) y la una política desarrollista, de inversión pública y de interconexión regional que realizaron los gobiernos de Ramón Luis Valcarcel.

Y no solamente en Andalucía. En la región de Murcia, por ejemplo, los estudios de Robert Herin para las principales ciudades, como Murcia, Cartagena, Lorca, Cieza o Jumilla (datos de finales de los 70) o los de Francisco Calvo (mediados de los ochenta, pero solamente para el caso de la capital de la provincia) nos indicaban territorios notablemente antagónicos dentro de la misma urbe.

Hay que reconocer la amplitud y precisión en estos estudios de Gren. Por cierto, en Manresa también ha habido tradicionalmente grandes diferencias entre los barrios más burgueses (Passeig i Rodalies y Poble Nou) y los más rurales (Viladordis, Guix-Pujada Roja, Farreres y el distrito 2, sección 12, que corresponde a Mion) frente a los barrios obreros, con altísimos porcentajes de población procedente del resto de España (Font dels Capellans, Balconada, Sant Pau y Pare Ignasi Puig). En el primero y segundo grupo, mucha participación y fuertes apoyos tradicionalmente al nacionalismo (con presencia hegemónica de CiU/PdeCat/JxC), mientras que el tercer grupo siempre han tenido menores porcentajes de votación, muy escorados hacia la izquierda nacional (rondando el 55-60 % en las elecciones autonómicas hasta 2006), con importante presencia de la extrema derecha en 2010 y 2012 y en la última consulta C´s alcanza 1/3 de los sufrágios. También hay una fuerte polarización.

Los datos de los diferentes municipio, menos Barcelona, se pueden obtener en la web de los distintos municipios, donde vienen los totales municipales y, en ocasiones, las mesas no computadas en el total parcial. En cambio los datos que da en Ayuntamiento de Barcelona son los del escrutinio de la Generalitat, faltando las mesas de Derecha Eixample (2-59-B), les Tres Torres (5-27-U) y el Camp de l'Arpa del Clot (10-20-U).

Cierto, y es la zona más cercana de Galvany a la Vila de Gracia y a Putxet donde los unionistas obtienen resultados más pobres y, en cambio, JxS se acerca a la mitad de los votantes.